Durante los meses de Octubre y Noviembre, justo antes de que llegue el crudo invierno es un buen momento para plantar un puñado de guisantes.
Es muy probable que cualquiera pueda decir que es una locura, ¡los guisantes son de la primavera!, sin embargo al plantarlos ahora podemos dejar que crezcan lentamente durante el invierno ya que soportan el frío muy bien.
De esta manera cuando llega el calor ya están creciditos, y enseguida darán fruto, momento en que podemos plantar otro buen puñado y así alargar la cosecha.
Los guisantes pueden ser altos o bajos, en ambos casos es imprescindible enramarlos, hacerles una estructura, con palos y cuerdas, para que se sujeten y crezcan. Las plantas de las fotos tienen unas tres semanas
Para plantarlos solo hay que hacer un pequeño agujero de unos cinco centímetros de profundidad y enterrar el guisante dejando unos 15 o 20 centímetros entre semillas, aunque los de las fotos están mucho más cerca.
En pocos días brotaran, aun que la verdad el porcentaje de semillas germinadas ronda el 60 % y luego siempre hay algunas plantas que brotan y por alguna causa que desconozco no crecen, se quedan en unos pequeños centímetro, no se secan, pero no crecen.
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